viernes, 20 de diciembre de 2013

20 DE DICIEMBRE: RECORDAR SIN ODIOS NI RENCORES

Hoy Panamá es uno de los países más prósperos del continente Americano (Foto: N. Gutiérrez)

Hace 24 años que nuestro país vivió uno de los momentos más oscuros de nuestra historia. La invasión de Estados Unidos a Panamá, aquel del 20 de diciembre de 1989, cambió el rumbo de nuestro caminar. Cientos de panameños perecieron en aquel momento y la tristeza se apoderó de un pueblo que estaba ahogado por la represión y destrozado después por este lamentable suceso.

Con la invasión, sí, terminó la dictadura; pero también se desvaneció la vida de cientos de personas que inocentes o no, eran panameños con familias que quedaron desoladas con estos crímenes. Está prohibido olvidar, porque debemos saber de nuestro pasado, para no repetirlo ahora y así construir un futuro mejor para todos. Recordar, para que esta memoria, esté presente en nosotros para siempre y nos una cada vez más, libres de odios y rencores. 

Nuestros pensamientos deben ser de gratitud, por aquellos que perdieron la vida y que con su muerte se logró el ideal que ahora vivimos: nuestra democracia. Panamá ha sabido levantarse y con la ayuda de todos, y sobre todo de aquellos que aún con las heridas abiertas se esforzaron y se unieron a la lucha, para juntos consolidar poco a poco nuestra libertad y nuestra soberanía absoluta. Sigamos trabajando por esa democracia, que tanto nos costó y de la que hoy nos enorgullecemos.

Nos queda ahora seguir unidos por un país que cada vez crece y se desarrolla más, un Panamá de cambios reales. Mejorar lo que hace falta y seguir adelante es la mejor manera de honrar a aquellos mártires que lucharon y que murieron para que nuestra nación lograra la tan anhelada democracia.
Somos una tierra bendecida, personas con ideologías diferentes, pero somos hermanos y en nuestro espíritu está el amor y el respeto por Panamá y el bien de sus futuras generaciones.

jueves, 18 de julio de 2013

Un amor en la distancia...

El bus casi no se mueve, son las 7:45 de la mañana. El tranque en el Puente de las Américas es traumático. Una pertinaz lluvia une la inmensidad del cielo con las aguas del Océano Pacífico. Es 19 de julio una fecha que para muchos es nada, pero para otros significa espera, alegría y devoción. Un mundo que para muchos es prácticamente igual y se torna monótono. Un mundo que para muchos interioranos o para aquellos que guardan íntegras sus raíces ancestrales, es completamente diferente, con ese mundo que sueñan en sus mentes.
El recorrido hacia la capital es agotador para las miles de personas que viven cerca, pero al lado de allá del puente. Aquellos que viven en el oeste de la provincia de Panamá, muchos de ellos santeños, muchos de ellos devotos de Santa Librada. Y para los que viven en la misma metrópolis, la angustia es la misma, pero el sentimiento igual.
La nostalgia se pasea entre el corazón y la mente de aquellas personas que dejaron su tierrita para buscar superación y que a costa de sacrificios luchan por mejorar su calidad de vida. Sacrificio y fe. Una fe envuelta en creencias y tradición y donde la mártir gallega ocupa un lugar muy especial para aquellos que profesan la religión católica. La añoranza por esa tierra cubierta de llanos y donde los trinos de las aves se envuelve con la saloma del campesino y la alegría de su gente. Un deseo interminable de abrazar esa tierra, más para estos tiempos, cuando se celebra la fiesta católica más importante de los santeños: Santa Librada de Las Tablas.
El repicar de las campanas del templo parroquial de Las Tablas, vibra en la mente de cada devoto que rinde tributo a la santa que se ha convertido en tableña, en santeña, una santa que ya es panameña. Santa Librada llegó por azares del destino hace ya más de 300 años al Puerto de Mensabé y fue la gestora del nacimiento de un pueblo, de una cultura y sobretodo de una gran devoción. 
Y es que la moñona ataviada con sus clásicos colores azul y rojo, es la intercesora perfecta para miles de personas que buscan en ella un milagro de Dios. La fe mueve montañas y Santa Librada ha movido muchas montañas.
Muchos de esos santeños, muchos de sus devotos, la añoran, la extrañan. Es un amor en la distancia, una sensación de fe que nunca se apaga. Fe, respeto y nostalgia envuelve a muchos que extrañan ver a  esa imagen que crucificada y envuelta en flores lanza su mirada al cielo tableño, allá en la campiña santeña.
Llegó la fiesta de Santa Librada, y con ella llegan los recuerdos de la infancia, de los amigos, de la familia. Llega el recuerdo de ese cerro llamado el Canajagua Azul, llega a la mente, las calles, los ríos, las casas, ese mundo tan tranquilo pero tan hermoso.
El pito y la caja resuenan en medio de los aplausos y los fuegos artificiales que parecen abrir paso a la mirada de la santa patrona que sale a recorrer las calles del pueblo que la ama más que su vida y es que su vida es Santa Librada. Una fe arraigada en lo más íntimo de los miles de católicos que cada 19 y 20 de julio llegan a Las Tablas para venerar a la patroncita.
Muchos no saben expresar ese amor, ese agradecimiento, ese fervor hacia la virgen, mártir y santa. Solo una lágrima, una sonrisa y la palabra gracias, pueden describir esa sensación.
"Fue mi infancia muy feliz, en el pueblo de Las Tablas, rodeada de gran cariño de las personas amadas, nunca se me olvidarán las fiestas más renombradas, los famosos carnavales, los famosos carnavales, las fiesta de Santa Librada", esta canción que hizo famosa el Escorpión de Paritilla Osvaldo Ayala, en la melodiosa voz de Eutimia González, es el sentir de miles de santeños que veneran a la santa gallega. 
Una canción que demuestra que la distancia no es barrera cuando se trata de Dios, de la fe y creencia por algo tan grande como Santa Librada; la siempre hermosa, milagrosa y reina de todos los hijos de la cultura santeña.

lunes, 10 de junio de 2013

¡Soy Calle Arriba.....Orgullosamente de La Bolívar!

Elena del Pilar Tomás Cerrud, Calle Arriba de Las Tablas 2014. (Foto Cortesía C. Arriba L.T.)
La supremacía y el triunfo del fastuoso Imperio de Los Tulipanes, va por una victoria más. Después del histórico carnaval, donde se superaron todas las expectativas y todo un país vivió los más fantásticos pasajes de la farra carnavalera, de manos de nuestra poderosa reina diamante Maruquel González Velásquez; la Calle Arriba de Las Tablas sigue marcando pautas rumbo a lo más alto de la tradición tableña.

El sonar de los celestiales trinos de la inmortal faraona Lucy Jaén, abren paso a las tunas de caja y tambor, a  los masones de velas, a los clásicos morteros y la algarabía de la gente: coloridas escenas del carnaval tableño, Otra imponente doncella se presta fina para encabezar la legendaria fiesta del panameño. La matrona de las tunas, hace alarde y con orgullo presenta a la primera reina de una nueva era; a la sexagésima primera soberana de la Calle Bolívar: Elena del Pilar Tomás Cerrud.


Descendiente de las estirpes reales y tradicionales de la tierra del perote Santo Domingo de Las Tablas, la nueva embajadora de la tuna distinguida destella, belleza, triunfo y tradición. La esencia de la mujer tableña hecha persona. Tan divina como las tardecitas veraniegas en la campiña interiorana; Elena del Pilar, es tan divina como la tierra tableña, como el Cerro Canajagua. Es tan divina como la misma Calle Arriba de Las Tablas.


Otro hermoso tulipán ilumina a la tradicional y pintoresca esquina Bolívar, y contagia de triunfo y donaire a la Calle Arriba de Las Tablas. Ya inicia el sendero hacia la victoria, otra conquista más que se registrará en las históricas páginas de la tierra santeña. La nueva soberana es sobrina de su majestad Vilma Elena Cerrud, reina de la tuna distinguida en 1982 y sobrina nieta de la inigualable Lucy Jaén (q.e.p.d).


La calle Bolívar vibra de alegría con esta hermosa reina, la divina Elena del Pilar. El pueblo tableño disfrutará una vez más de las expresiones más tradicionales del carnaval distinguido, donde el lujo, la alegría y el folcklore serán las pautas que marcarán una vez más, otra deslumbrante victoria para la Calle Arriba de Las Tablas.


Loor a la legendaria y fastuosa matrona de la tunas, la calle Arriba de Las Tablas, un merecido recibimiento a nuestra divina soberana Elena del Pilar Tomás Cerrud y que viva el pueblo tableño, que viva el mejor carnaval del país, el carnaval distinguido. ¡Soy Calle Arriba,orgullosamente de la Bolívar!.