Hoy Panamá es uno de los países más prósperos del continente Americano (Foto: N. Gutiérrez) |
Hace 24 años que nuestro país vivió uno de los momentos más oscuros de nuestra historia. La invasión de Estados Unidos a Panamá, aquel del 20 de diciembre de 1989, cambió el rumbo de nuestro caminar. Cientos de panameños perecieron en aquel momento y la tristeza se apoderó de un pueblo que estaba ahogado por la represión y destrozado después por este lamentable suceso.
Con la invasión, sí, terminó la dictadura; pero también se desvaneció la vida de cientos de personas que inocentes o no, eran panameños con familias que quedaron desoladas con estos crímenes. Está prohibido olvidar, porque debemos saber de nuestro pasado, para no repetirlo ahora y así construir un futuro mejor para todos. Recordar, para que esta memoria, esté presente en nosotros para siempre y nos una cada vez más, libres de odios y rencores.
Nuestros pensamientos deben ser de gratitud, por aquellos que perdieron la vida y que con su muerte se logró el ideal que ahora vivimos: nuestra democracia. Panamá ha sabido levantarse y con la ayuda de todos, y sobre todo de aquellos que aún con las heridas abiertas se esforzaron y se unieron a la lucha, para juntos consolidar poco a poco nuestra libertad y nuestra soberanía absoluta. Sigamos trabajando por esa democracia, que tanto nos costó y de la que hoy nos enorgullecemos.
Nos queda ahora seguir unidos por un país que cada vez crece y se desarrolla más, un Panamá de cambios reales. Mejorar lo que hace falta y seguir adelante es la mejor manera de honrar a aquellos mártires que lucharon y que murieron para que nuestra nación lograra la tan anhelada democracia.
Somos una tierra bendecida, personas con ideologías diferentes, pero somos hermanos y en nuestro espíritu está el amor y el respeto por Panamá y el bien de sus futuras generaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario